
Las historias sociales son una herramienta de aprendizaje social desarrollada para facilitar el intercambio de información entre padres, profesionales y personas con autismo de todas las edades. A finales de la década de 1980, Carol Gray creó historias sociales mientras trabajaba como maestra en las escuelas públicas de Michigan para brindar apoyo a sus estudiantes con autismo, compartiendo información que parecían estar pasando por alto, información que muchos damos por sentado. Muchas de estas historias tuvieron un impacto positivo en las respuestas de sus estudiantes a los eventos e interacciones cotidianas.
Con el paso de los años, las historias sociales han ampliado su atractivo como herramienta útil para comprender nuevos conceptos, aprender expectativas de comportamiento o prepararse para las transiciones, y se ha demostrado que son eficaces para apoyar no solo a las personas con autismo, sino también a aquellas con TDA, TDAH, ansiedad social y en el desarrollo de la primera infancia.
¿Cuáles son los beneficios de las historias sociales?
Las historias sociales pueden fomentar la comprensión mutua entre padres, profesionales y cuidadores, y las personas a las que van dirigidas. Además, pueden ayudar a las personas a:
- Explora qué esperar en situaciones difíciles o desconocidas y cómo responder.
- Siéntete seguro al seguir rutinas
- Conozca las expectativas de comportamiento o cómo adherirse a ciertas reglas.
- Comprender los pensamientos, emociones y comportamientos de los demás.
- Aumentar las habilidades de autorregulación y autoconciencia.
¿Qué constituye una historia social?
Una historia social es un recurso visual que se utiliza para interpretar y preparar al niño para una nueva situación social: qué hacer o cómo podría sentirse. Representa un evento social específico de forma visual y clara, explorando cómo podría desarrollarse. Al plantear las situaciones y delinear las posibles acciones y comportamientos, las historias sociales permiten al niño explorar cómo actuar y comportarse en esa situación. Con el contexto definido y una guía, las historias sociales proporcionan perspectiva y comprensión al niño, y le orientan sobre cómo gestionar las interacciones. Vea algunas historias sociales aquí .

¿Cuándo utilizar historias sociales?
Las historias sociales se desarrollaron inicialmente para ayudar a las personas a comprender un contexto, una habilidad, un logro o un concepto, y a gestionar las respuestas a la multitud de distracciones que nos rodean. Tras demostrar su eficacia, las historias sociales también se han creado para ayudar en otras situaciones. Padres, profesionales y cuidadores suelen usarlas con niños para ayudarlos a explorar y ganar confianza al enfrentarse a nuevas situaciones o a superar transiciones que al principio pueden resultar difíciles de comprender.